El simbolismo del Bhagavad Gitâ
El Bhagavad Gitâ es el canto más significante del gran poema épico indo, el Mahabharata. Es una obra profundamente filosófica, uno de los libros más sagrados para el hinduismo.
El poema es la conversación entre Krishna (encarnación del dios Vishnu según los hindúes) y Arjuna (héroe y príncipe, uno de los pandavas y protagonistas del poema), justo antes de la gran guerra de Kurukshetra. Arjuna y sus hermanos pandavas (los legítimos gobernantes) se enfrentan con los kuravas (que querían quedarse con el poder), la guerra está a punto de empezar. Pero Arjuna está confuso, tiene dudas y quiere evitar la lucha porque no quiere enfrentarse con sus amigos y parientes que están en el bando contrario. Entonces Krishna decide guiar el carro del príncipe, para aleccionarle ante las circunstancias de la batalla.
La guerra es una metáfora de la lucha interior que todos tenemos por mejorar y por conquistarse. En este aspecto Arjuna es símbolo del hombre, de todos aquellos que con sus dudas, defectos y virtudes se han propuesto a mejorar. Es el guerrero filósofo que no se cansa de buscar respuestas a sus preguntas. La sabiduría de Krishna es independiente de tiempos históricos y religiones: son palabras atemporales y universales para acabar con nuestras luchas internas y empezar con nuestra educación espiritual. Este anhelo espiritual en el hombre es representado por los pandavas, también símbolo del «yo superior, los elementos armónicos y espirituales del individuo», mientras el símbolo del «yo inferior, los elementos pasionales, el aspecto material de nuestro ser» son los kuravas.
Así, la guerra simbólica entre la materia y el espíritu, entre la personalidad y la conciencia en Kurukshetra (cuyo nombre significa «Campo de la Ley») puede representar la complejidad del ser humano, y lo difícil que es pensar, sentir, hablar y actuar en consecuencia con nuestro propio Dharma (la Ley) cada momento, que -según la filosofía hindú y muchas otras de las culturas antiguas- va mucho más allá de una vida meramente materialista.
Cada ser humano tiene una misión con la que cumplir en esta vida. Krishna habla de esta misión como del sentido último de la vida, que va más allá de lo físico, y es despertar nuestro espíritu de guerrero y conquistarnos a nosotros mismos. Para poder conquistarnos, tenermos que conocernos. Preguntarnos quiénes somos, de dónde venimos y adónde vamos. No temer pronunciar aquellas eternas preguntas que desde siempre ha preocupado el hombre sobre el mundo, la vida, el destino, la muerte y el más allá.
Las enseñanzas védicas dicen que la razón del sufrimiento es la ignorancia. La búsqueda nos aleja del estado de ignorancia. Puede que no encontremos respuesta a todas nuestras preguntas. Pero si lo poco que encontramos tratamos de que se transforme en conocimiento práctico, en vivencia, hemos dado un paso en el camino que recorre el guerrero: Arjuna.